El fotógrafo francés Jean-Paul Bourdier lleva 15 años trabajando en la
costa oeste de Estados Unidos y se ha dedicado a perfeccionar una
técnica en la que mezcla cuerpos desnudos pintados de los mismos colores
del horizonte y hace que se genere una ilusión óptica que confunde y
encanta a los espectadores. A través de la pintura, el cuerpo se
transforma en una escultura viviente, brilla por su propio potencial y
se convierte en una extensión del Cosmos. Aquí les
dejo algunas de sus obras.
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